Girona necesitaba superar las limitaciones de su única estación de referencia (XVPCA), que sólo medía PM₁₀, NO₂, SO₂ y CO, y no permitía una visión granular del aire urbano. La ciudad requería una solución capaz de mapear con detalle zonas críticas, identificar vínculos entre tráfico y contaminación, y brindar transparencia ciudadana mediante datos en tiempo real accesibles públicamente.

Girona desplegó una red de nodos bettair® conectados por LoRaWAN y alimentados por placas solares. Estos dispositivos midieron partículas en suspensión (PM₁₀, PM₂.₅), dióxido de nitrógeno (NO₂) y ozono (O₃), además de temperatura, humedad y presión atmosférica. Toda la información se centralizó en una sola plataforma en tiempo real, accesible a la ciudadanía dentro del marco del proyecto “Girona Ciutat Intel·ligent”

La red de 10 nodos permitió identificar con precisión zonas de mayor polución vinculadas al tráfico, lo que empoderó al Ayuntamiento para diseñar medidas preventivas y correctoras eficientes, respaldadas por datos fiables y públicos.

La implementación de LoRaWAN y energía solar redujo notablemente el coste operativo y el consumo energético de la red, ofreciendo una solución sostenible y escalable para la monitorización ambiental municipal.

La plataforma unificada y accesible impulsó la transparencia urbana, permitiendo a la ciudadanía consultar en tiempo real la calidad del aire en diferentes barrios, fomentando la concienciación ambiental y participación comunitaria.