Elche necesitaba evaluar con precisión el impacto contaminante en sus pedanías (El Altet y Torrellano) y su zona central, en el contexto de la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE). La ciudad requería datos ambientales cogidos en tiempo real para medir la eficacia de las políticas de movilidad sostenible, optimizar la planificación urbana y facilitar la toma de decisiones en tiempo real con evidencia concreta.

En una primera fase, se instalaron 12 sensores bettair® en puntos clave: El Altet, Torrellano y el núcleo urbano de Elche. Estos nodos recopilan datos en tiempo real sobre contaminantes como NO₂, O₃, NO, CO, SO₂, H₂S, NH₃, CO₂, además de partículas en suspensión (PM₁, PM₂.₅, PM₁₀) y otros parámetros ambientales. La información se integra en una plataforma que habilita análisis inmediatos, evaluación de impacto y respuesta activa frente a eventos de calidad del aire.

La red de 12 sensores permitió obtener una visión detallada de la contaminación en zonas prioritarias como pedanías, áreas residenciales y comerciales, facilitando la planificación precisa de futuras medidas de restricción y zonas verdes.

La medición de gases traza como H₂S y NH₃, junto con partículas y gases convencionales, ofreció un diagnóstico ambiental más completo, especialmente relevante frente al tráfico intenso y las actividades industriales.

Gracias al monitoreo en tiempo real, Elche puede evaluar rápidamente el impacto de su ZBE, mejorar la movilidad sostenible y reforzar la resiliencia urbana mediante datos actualizados y accesibles.