
Madrid se prepara para recibir uno de los eventos deportivos más esperados del mundo: la Fórmula 1. El nuevo circuito urbano, que recorrerá parte del entorno de IFEMA, comenzará a construirse en 2025. Pero más allá del espectáculo, esta megaobra conlleva un reto ambiental importante: ¿cómo controlar la calidad del aire durante las obras de construcción en una ciudad ya afectada por la polución?
Aquí es donde entra en juego Bettair. Sus sensores de calidad del aire, ya están monitorizando el impacto ambiental del proyecto para asegurar que Madrid pueda avanzar hacia una Smart City sin comprometer la salud de sus ciudadanos. Lo que está ocurriendo con la F1 en Madrid puede ser un ejemplo y un caso de éxito para muchas otras ciudades del mundo.
¿Por qué es tan importante la calidad del aire en una obra de esta magnitud?
La construcción de infraestructuras urbanas en una zona como IFEMA, donde hay oficinas, tráfico constante y viviendas cercanas, genera elementos se deben ser vigilados y controlados:
- Polvo
- Emisiones de maquinaria pesada
- Ruido
Y cuando se trata de una obra relacionada con un evento global como la Fórmula 1, las exigencias ambientales también son mayores, tanto por parte del público como de las instituciones.
EFE

Solución: sensores Bettair para la monitorización de la calidad del aire
La respuesta a estos retos está en la tecnología. Los sensores Bettair, permiten instalarse de forma rápida y comenzar a recoger datos de calidad del aire en tiempo real.
Gracias a esta solución, se puede:
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Medir niveles de Partículas PM2.5, PM10, posibles gases contaminantes NO₂, O₃, CO, CO₂, entre otros y medir el ruido
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Analizar las variaciones en las emisiones durante las fases de obra.
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Detectar eventos de alta polución y tomar decisiones correctivas.
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Informar con transparencia a ciudadanos y autoridades sobre el estado del aire.
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Contribuir a un entorno más saludable en plena ciudad.

Europa Press
¿Dónde se han instalado los equipos?
Las estaciones compactas Bettair ya están en funcionamiento en zonas clave del entorno de IFEMA, donde se desarrollarán las principales obras del circuito. Esto permite cubrir:
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Áreas de alto tránsito de maquinaria.
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Puntos cercanos a zonas habitadas o de trabajo.
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Intersecciones viales que podrían verse afectadas por desvíos y aumento de tráfico.
Este despliegue forma parte de un plan más amplio de medición continua, que no solo actúa como un sistema de control, sino también como una herramienta de prevención y toma de decisiones durante todo el proyecto.
¿Qué mide Bettair en esto proyecto?
Los sensores de Bettair ofrecen un sistema no invasivo, de bajo mantenimiento y alta precisión. Están diseñados para ciudades inteligentes (Smart Cities) y ofrecen monitorización continua de:
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Partículas en suspensión (PM1, PM2.5 y PM10): muy importantes en obras por el polvo generado.
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Gases contaminantes como NO₂, CO, CO₂, O₃: que provienen de motores y procesos de construcción.
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Temperatura, humedad y presión: para correlacionar condiciones climáticas con niveles de polución.
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Ruido ambiental: útil para evaluar el impacto acústico en zonas habitadas.
Toda esta información se visualiza en una plataforma de monitorización de calidad del aire fácil de usar y accesible para responsables del proyecto y autoridades locales.
La incorporación de Bettair al proyecto del circuito F1 Madrid no es una simple acción técnica. Es una declaración de intenciones: Madrid quiere crecer, pero de forma responsable.
El concepto de Smart City no solo habla de tecnología, sino de cómo se usa esa tecnología para mejorar la vida de las personas. Y la monitorización ambiental es una pieza clave.
¿Qué aprenden otras ciudades del caso de Madrid?
Lo que está ocurriendo en Madrid puede servir como ejemplo para otras ciudades que quieran modernizar su infraestructura sin poner en riesgo la salud pública.
Lecciones clave:
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Medir es el primer paso para mejorar.
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Instalar sensores IoT durante obras permite corregir a tiempo y reducir impactos negativos.
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Informar con datos genera confianza en la ciudadanía.
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Apostar por soluciones como Bettair acelera el camino hacia la sostenibilidad urbana.
La llegada de la Fórmula 1 a Madrid no solo representa velocidad, emoción y turismo. También es una prueba de fuego y un caso de éxito para demostrar que es posible construir infraestructuras complejas sin olvidar el cuidado de la calidad del aire y del medio ambiente.
Gracias a los sensores Bettair instalados por dnota, ahora sabemos qué se está respirando durante las obras del circuito y cómo minimizar su impacto.
Madrid está demostrando que la tecnología, la planificación ambiental y la transparencia pueden ir de la mano, incluso en eventos de talla mundial.
Sensores para medir la calidad del eire en entornos urbanos
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